domingo, 23 de mayo de 2010

Darek, entre lo divino y lo humano

Hace un par de años llego a España en busca de una nueva vida. Trabajó de stripper y fue novio de Ana Obregón. Ahora prepara un libro y una película.

Darek: entre lo divino y lo humano  (Imagen: KORPA)
Complexión hercúlea. 1,90 metros de estatura. Unos 80 kilos de peso. Cadera apretada. Nalgas místicas. Axilas limpias, fornidas. Formación craneal perfecta. Perfil apolíneo, mirada opalina. Labios pulposos. Manos viriles, bien acabadas.

DarekSe llama Dariusz Miroslaw, aunque se le conoce por Darek. Nació en 1975 -o quizá en 1980, su edad es un secreto- en una ciudad marítima de Polonia. Dicen que, en su país, trabajó de socorrista. Que a los 18 cayó seducido por el body fitness -una mezcla entre el culturismo y la tonificación dirigida- y que se proclamó subcampeón de esa modalidad.

Que terminó la carrera de Económicas, aunque nunca ejerció porque su pasión era el deporte, y que obtuvo el título de entrenador físico profesional. Que presentó un reality show llamado Sextet -la gente le reconocía por la calle-, y pasó cuatro meses en la cárcel antes de ser declarado inocente por un delito de tráfico de drogas. También cuentan que trató de introducirse en el mundo de la moda, pero fue rechazado: su constitución era demasiado corpulenta para la pasarela.

UN ADONIS POLACO... en Madrid

Hace ya casi cuatro años que Darek llegó a España en busca de "nuevas experiencias". Atrás dejó a su familia, lo único que cree tener "fijo, para siempre", y se perdió por las noches madrileñas. Fue stripper ocasional y go-go.

Ana Obregón y DarekEl destino, quizá, fue lo que le llevó a Ibiza. Allí, Ana Obregón -bióloga, presentadora, minifaldera, amante del gimnasio, poderosa, divertida, cincuentona- decidió olvidar con él su recato, entregarse al vértigo que sugerían sus abdominales, marearse en montañas rusas de bíceps, tostarlo a su lado en proas de yates y compartir con él portadas del corazón.

La relación duró casi dos años y dejó una bella colección de fotografías de caricias y risas, un futuro prometedor para el polaco y el odio implacable de la actriz hacia un muchacho que le había vendido "una vida que no era la suya" y un "amor que no era sincero".

UN TÍMIDO... y tierno conquistador

Un día Darek apareció en un plató de televisión. El seductor implacable, el mantenido, el cazafortunas, parecía dulce, entrañable y tímido. Desmintió con prudencia algunos de los exabruptos que su ex novia le había dedicado. No arremetió contra ella, enumeró sus virtudes. Negó que le hubiera sido infiel.

Cauto con la prensa, ha concedido después pocas entrevistas que no sean las estrictamente necesarias para promocionar su actividad profesional: como su participación en calidad de monologuista del Show de Flo y su papel en la serie Yo soy Bea.

En estas, el joven ha dejado frases cautivadoras para sus fans, como que no es "ligón aunque lo parezca" ; que no le gusta "estar expuesto a la prensa", pero cuando trató de evitarlo "ya estaba enamorado de Ana" ; que "no importa la edad en una relación, sino las personas" y admite que no le hubieran ofrecido ciertos trabajos si no es por su ex.

Darek

Hoy participa en el rodaje de la película The Sindone, donde interpreta a un soldado romano, y prepara un libro titulado Mis secretos sobre deporte y nutrición. También a Jesús Lebrero, dueño de la editorial Absalon que lanzará el libro después de Semana Santa, logró conquistarle: "No se ajusta a la imagen que dan los medios de él. Me sorprendió. Es una persona educada, sencilla y encantadora".

Un cuerpo diez
Darek confesaba hace un año y medio sus secretos de belleza: utiliza una crema hidratante facial para la mañana y otra nutritiva para la noche. También un contorno de ojos y suele limpiar su cara cuidadosamente antes de acostarse. Al salir de la ducha se aplica aceite corporal. Nada más levantarse toma un complejo vitamínico antes de salir a correr unos 40 o 50 minutos. Su desayuno -que toma siempre después del running- consiste en batidos de frutas y cereales. Suele ir al gimnasio tres días seguidos o, si aguanta, más. El cuarto se lo toma de descanso. Cuida mucho su alimentación: él mismo prepara sus guisos, "cocina sana" y huye de los dulces que, por otra parte, le encantan. La genética hace el resto.

Este perfil fue publicado el 16 de febrero de 2009 en 20minutos.